Son los días que se escapan
como agua entre los dedos
de viernes a viernes
¿otra vez estamos en viernes?
me digo y me pregunto.
Hay un soplo a veces cálido
otro frío y desesperante,
pasa y pasa sin hacer ruido
el tiempo,
y quedan pendiente de un hilo
las ilusiones, los trabajos a realizar.
Proyectos y más proyectos,
que no falten,
pintar un gato, una madre y su niño,
un retrato de alguien que admiras...
hacen que la vida
necesite más que amanezca.
Llenar las horas de luz y de calor
es ese color que traspasa el lienzo,
reto brillante, misterioso,
que espera ponga imaginación
y se consiga el milagro,
que siempre asombra.
Ser un instrumento, al fin,
de una quimera, un impulso,
bendita fuerza
que llena de paz y alegría
mis días.
Mavi .g.