Mujer,
la voz se te hiela en la garganta.
Quieres hablar
a pesar de la tristeza
que te ensombrece como ceniza densa
que se levanta en tu camino.
Al grito de !basta ya¡
lloras, gimes y desesperas.
Todo es gris,
tocas el desaliento con tus dedos.
Quieres hablar de amor,
de ese que estás dispuesta a dar
a manos llenas y no puedes.
Tu garganta te aprisiona,
quieres
gritar a ese hombre que maltrata
por defecto, por incultura.
!Hasta cuando se dará cuenta
de nuestra igualdad¡.
Es hora de amaneceres.
Es hora de que el mal remita.
No eres una cosa a dominar,
retraer y destruir.
Mujer.
Eres un ser maravilloso
a quien cuidar
querer y respetar.
Mavi g.g.
la voz se te hiela en la garganta.
Quieres hablar
a pesar de la tristeza
que te ensombrece como ceniza densa
que se levanta en tu camino.
Al grito de !basta ya¡
lloras, gimes y desesperas.
Todo es gris,
tocas el desaliento con tus dedos.
Quieres hablar de amor,
de ese que estás dispuesta a dar
a manos llenas y no puedes.
Tu garganta te aprisiona,
quieres
gritar a ese hombre que maltrata
por defecto, por incultura.
!Hasta cuando se dará cuenta
de nuestra igualdad¡.
Es hora de amaneceres.
Es hora de que el mal remita.
No eres una cosa a dominar,
retraer y destruir.
Mujer.
Eres un ser maravilloso
a quien cuidar
querer y respetar.
Mavi g.g.