PUDIERAS SER TÚ.
El sol flagela implacable
su espalda.
Rostro que ofrece
la otra mejilla
a golpes del miedo,
cruza la orilla
inminente del Paraíso
y espera penitente
un resquicio
para pasar al otro lado.
Ola tras ola en vela
en el rubor efímero
del amanecer,
culpable delincuente
de las sombras
para correr
hacia una libertad
condicionada.
Mavi g.g.