domingo, 11 de noviembre de 2018

CAMINAMOS

No tenía la playa marea,
el sol reflejaba radiante
toda su fuerza en el agua,
tanta  claridad es misterio para mi.
Caminamos,
trazo un dibujo en la arena
que no entiendes,
son mis pasos grabados
que las olas intentan arrebatar
en un sereno vals.

 Alzan castillos al aire
las ilusiones y los proyectos.
A pesar de toda la naturaleza
a nuestro favor
los pensamientos taciturnos,
se agolpan en la memoria.
Hay días que la tristeza y la nostalgia
se apoderan de la mente
y me pregunto
¿donde está la paz de este cielo que me aísla?

Es un duelo en el crepúsculo
premonición de nuestras vidas,
como flores finales
con perfume a jazmín.
Soy luna menguante
que no tiene limite fijo,
una lluvia en el cristal detenida,
somnolienta, perezosa,
que no resbala.

Hay días que no cuentan,
distantes acaparan los minutos vacíos
deseando que corran las horas,
el silencio va entrando y me pesa.
Deseo que anochezca
y ver un cielo cuajado de estrellas,
mañana será otro día nuevo
que acompañe mis inquietudes.

Respiro hondo la brisa de esta noche fría
y las palabras van quedando atrás.
Solo el calor de tu mano me salva
cuando me miras.
Mavi g.g.

4 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Los dos versos finales despiden el poema con una sonrisa.

Besos.

Mavi dijo...

Para dar tregua a lo postivo, que lo hay. Besos

El collar de Hampstead dijo...

Esa mano...es un talismán para los días regulares...
Y un disfrute para los buenos a la orilla de ese mar!
; )
Muackkk

Mavi dijo...

Y yo te quiero Carmen no lo olvides. Besicos.