que invita a soñar
despierta.
Un frío y sutil resplandor
que acoge y envuelve
en remolinos de luz.
Son sensaciones que cuestan
explicar.
Lunática confieso que soy
arrastrada hasta la orilla
en un mar de dudas,
y me acoges como a un pájaro
acurrucado en tu pecho,
que acaricias sin pensar.
Más no hay techo para mi,
sino intemperie.
Ni más jardín
que donde se pliegan las nubes
a la noche de Luna Llena.
¿Cual será la respuesta
a esa luz que nos vigila?
¿Acaso sea la Poesía?
Mavi g.g.
3 comentarios:
Me encanta la luna llena.
Tiene magia y crea magia, como tu poema.
Sin duda tiene un gran poder...
Un saludo.
Gracias guapas. besosss
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