Activa, parlanchina, eficaz,
eufórica a veces...
así siento como mi vida
reverdece
en una espontaneidad
que me cuesta entender.
Miro hacia atrás
cuando las obligaciones
no me dejaban pensar
y dedicar un espacio,
mi espacio para respirar.
Parar para vivir
tantas cosas aprendidas,
que ahora salen a la luz.
No me arrepiento.
No me arrepiento.
Ni siento ese tiempo
como perdido.
Estoy en un momento feliz
donde las palabras
salen a borbotones de mis manos,
me sorprenden y dejo que hablen
que discurran por ellas
como el agua que es fuente y principio
de vida.
También los pinceles
me buscan las cosquillas
e invitan a rellenar de colores
lienzos en blanco.
Parece un descuido,
pero estoy viviendo
esa etapa importante
que tenemos reservada.
Y me dejo llevar.
Mavi g.g.