sábado, 18 de mayo de 2019

PECES

Nadar contra corriente
cansa al pez.
En su refugio al abrigo de las anémonas,
más allá donde la manada lo reclama
e intenta alcanzar su meta.
Necesita la paz oceánica.
Nada es ya lo mismo,
vive en la soledad,
aquella que le salva.
Un mar azul transparente le acoge,
como al velero que zozobra,
ahí se esconde
para hacer balance
esperando ayuda
en los últimos trayectos
donde va quedando la vida.
Faltan las fuerzas,
el apoyo vacilante
no llega a tiempo.
Necesita ser entendido
ninguna palabra será ya palabra.
Le queda evocar lo vivido
que acalle el silencio.
Recordar lo que fue
multiplica la súplica.
El alma se asfixia...
la vida es para apurarla
pues tal como llega termina.
Una biografía plena de ayudas,
una soledad acompañada.
Todo está dicho.
Todo queda callado en ese mar de dudas.
Un latido le despierta
en el instante que el corazón
cree haberlo soñado todo.

Mavi g.g.



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