Recogida en el regazo de la noche
duermes, niña, un sueño profundo.
Como una estatua apenas te mueves,
insensible al roce
siente cansancio tu cuerpo desnudo
de diosa abandonada a su suerte.
Vives en un carrusel vacío,
donde unas flores marchitas
acompañan tus sueños.
Quizás mañana despertarás
niña de piel morena,
y podrás ser esa mujer
de agua que siempre soñaste.
para vivir un anhelo compartido.
Mavi g.g.
1 comentario:
Que así sea...
Publicar un comentario