Un domingo más
buscando agradarte.
Cien años que viviera
sería un tiempo efímero.
Entre flores y música
retorna el silencio
vuelve la calma.
Era tan necesaria...
Mirarte a los ojos y perderme
en el precipicio de tus besos.
Desnudas mi mente
que hechizas con tu voz.
Soy entonces un almendro en flor
en tu jardín.
Pensarte es amarte,
cierro los ojos
para soñar,
imaginarte
tan cerca tan lejos.
Mavi g.g.