¿Y si fuera hora de dejarlo...
Son muchas las preguntas y
pocas las respuestas conseguidas.
Monologo sordo y seco
capaz de cansar y matar
la más pequeña ilusión.
Se acaba la llama,
tus ojos esquivos lo dicen
reproches asolapados, oscuros.
La mirada perdida, lejana, ausente
a más de mil kilómetros de mi.
El mar
es testigo de un desencanto.
Tormenta en los ojos
inquietud en el corazón.