martes, 22 de febrero de 2022

SILVESTRE


 TRISTEZA.
Una gran tristeza embarga
a quien con sus manos caritativas
atiende a ese gatito callejero
que espera
el alimento para sobrevivir.
Un golpe seco,
brusco, fatídico
le deja tirado en el asfalto
al anochecer.
Un no ver a la criatura que cruza
atemorizada
la calle.
Esa calle que por desgracia,
tras la reja de una casa en ruina
es su cobijo, su refugio.
Poner de parte de todos
algo de sentido para adoptar
a esos pobres corazones
que dan todo
a cambio de una caricia.
Falta un gesto de consideración
a los animales desahuciados
de hogares que no ven 
que se les manda 
a una muerte segura.
Hoy Silvestre 
(nombre que me inventé)
ha cruzado el arco iris
de los gaticos buenos.
Ojalá no haya que lamentar
otra muerte de estos seres puros 
e indefensos.
Mavi g.g.

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