Anda perdida la mente.
Un gato me tranquiliza y acompaña,
ronronea a mi lado y suaviza la angustia.
¿Qué será que la simple mirada de un animal
haga descargar las penas?
Parece decir "la vida continúa".
Estás de paso, disfruta de lo que te rodea.
Y es verdad.
Hay un tiempo para cada cosa,
ahora toca la tristeza, los recuerdos
aferrarse a quien está contigo y compartirlos.
¡No sé que sería de mí sin ti!- te digo.
Me abrazas, me mimas
y entiendes mi pesar.
Me susurras al oído,
-No hay oscuridad ante el dolor
sino luz y esperanza.
Y yo te amo.
Mavi g.g.
2 comentarios:
Los amigos peludos son antídotos más que mascotas en la mayoría de las ocasiones.
Un saludo.
GRACIAS NÉ. Besitos
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