Fue algo fortuito, instintivo
no era el lugar apropiado
pero sus ojos brillaron
de una manera especial.
—¿Eres felíz? -le pregunté.
Él respondió sin dudar.
—Sí.
Me contagió su emoción
sentí un suave rubor
que creí haber olvidado,
en ese momento pensé.
Para qué pedir más al cielo
cuando está junto a mi.
Mavi g.g.
5 comentarios:
¿Para qué pedir? mejor sentir lo que tenemos cerca, y disfrutar de todo ello.
Un placer leerte, preciosa.
Besos enormes y feliz tarde.
Gracias querida Maria.
Lo que importa es vivir el aquí y el ahora.
No puede haber nada mejor que ese "sí".
Besos.
Oh...ese sí me encanta!!
: ))
Besossssss
Gracias bellos. Bsss
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