Se llenó las manos de recuerdos,
como pájaro preso que ama el aire,
una flor en su pecho huele a su tierra.
Una lagrima espesa
cae de sus ojos de agua
y resbala por su mejilla.
No pregunta,
llega la desventura,
suenan desnudos los cascabeles del miedo.
Sufren exilio forzado
los desterrados del cielo,
navegantes del viento.
La memoria será su puente de partida,
y una caracola acompañará su viaje
sin retorno.
Triste.
En un canto casi humano
un violonchelo repite su canción
como un crepitar de fuego.
Mavi g.g.
3 comentarios:
Lo peor del mundo es el sufrimiento de un niño.
Besitos Mavi.
Sí, si que es triste, pero real.
Un abrazo.
Joder, como duele...
Ufffffffffffffffffffffffffff
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