Sencilla vistes amapola
de rojo sangre tu corola.
Un sol de oro despide un día
de quehaceres ordinarios,
hoy nada extraordinarios,
pero necesarios,
para calmar tanta algarabía.
La noche trae deseos de espuma
sueños que se disuelven
como arena de mar,
en la blancura de nieve de mi almohada.
Y mañana...será otro día.
V.G.G.
4 comentarios:
Es como sentir el roce de las amapolas en la cara.
Un abrazo.
amapolas que granan los campos de la tierra
besitos y feliz semana
Y las amapolas siempre brillarán en el jardin de tu vida, con sol en la puesta, con sol en el amanecer... la vida en rojo, la vida en cada día, la vida en perspectiva.
Un fuerte abrazo hermosa.
Gracias por vuestra poesía.
abrazos
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