CONFESIONES PARA COMPARTIR
No siempre se levanta una con la motivación puesta para sacar
en bocanada lo que siente, lo que entra por los ojos.
Hoy tengo energía por estrenar,
seguro que más tarde estaré echa polvo,
qué la edad no perdona.
Vivir cerca de la huerta en este rincón alicantino,
es una gozada.
Hoy es día de tanda, el agua fluye libre
por las acequias, limpia y ligera,
dispuesta a calmar la sed de la tierra.
Ya no es tiempo de alcachofas, se apuraron las últimas.
Los trigos están dorados, dispuestos a que el hombre
con su máquina los convierta en semillas de oro,
que se transformará en alimento,
en ese pan que no debe faltar en la mesa,
y que une a la familia a la hora de comer.
"pasame el pan" decimos con naturalidad,
y comparte conmigo ese alimento que nos iguala,
por que a pocos no les gusta un trozo de pan crujiente
que acompaña, modestamente,cualquier manjar.
La huerta huele hoy a flores,
rosas, margaritas, albahaca, geranio, yerbabuena,
!com huele la huerta a azahar!
El aire tiene ese penetrante aroma dulzón
y los sentidos quedan dispuestos para ver la vida,
con más optimismo,
Más tarde nos espera una siesta
reparadora bajo la sombra de los pinos.
3 comentarios:
encantador trabajo Mavi, relatas muy bien lo que en la huerta hay
es un recorrido natural
abrazo y feliz martes
pd...el verde es el color de la esperanza
Ademas de ser un bonito color.
gracias por tu comentário Elisa.
Esa huerta huele a tierra mojada, rezuma encanto y la ternura de esa tierra que te vio nacer.
;-)
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