Pienso que el ser muy mediterráneos, el sentir en nuestra piel el sol radiante que nos rodea continuamente, forja nuestro caracter y la forma de comportarnos ante los días lluviosos.
Juán Ramón Jimenez me parece un delicioso poeta, con una sensibilidad a flor de piel, y dice muy bién el estado de ánimo en que se encuentra con sus versos.
"Lluvia de Otoño"
...El agua lava la yedra;
rompe el agua verdinegra;
el agua lava la piedra...
Y en mi corazón ardiente,
llueve, llueve dulcemente.
Está el horizonte triste;
¿el paisaje ya no existe?;
un día rosa persiste
en el pálido poniente...
Llueve,llueve dulcemente
Mi frente cae en mi mano.
!Ni una mujer, ni un hermano!
!Mi juventud pasa en vano
-Mi mano deja mi frente...-
!Llueve, llueve dulcemente!
!Tarde llueve; tarde, llora;
que aunque hubiera un sol de aurora
no llegaría mi hora
luminosa y floreciente!
!Llueve, llora dulcemente!
1 comentario:
Yo no se si son fantasías o es totalmente real, pero la verdad es que nos afecta -afecta a nuestro carácter- el calendario. Nos sentimos más dinámicos en primavera y hacemos planes para el verano. El otoño nos invita a reflexionar. Cuando vamos haciéndonos mayores y más reflexivos, decimos que nos encontramos en el otoño de la vida. No sé. Cada cosa tiene su tiempo -tiempo bueno y tiempo malo-. Y el otoño -éste nuestro otoño- tiene también mucho de bueno, que hemos de aprovechar.
Salud, querida amiga.
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