PRISAS
Para qué correr tanto
y no llegar a ninguna parte.
Prisas
No se aprecia el brillo del sol,
la caricia de la brisa en el rostro,
el titilar de las estrellas al anochecer,
Luna inmensa que sale a tu encuentro
por el horizonte...
No agradecemos lo que es dado.
Lo que importa es llegar...
para volver en esa espiral
que devora los días.
En un soplo pasan los años.
Prisas.
El aire escapa en una fuga
de vientos duplicados,
inertes,
morimos entre prisas
presos de fabricantes de marcas
en un desorden de números.
Mientras amanece,
y sigue la irreal realidad de los anuncios
que empujan en un estrepitoso
silencio de innecesarias compras.
Nada es imprescindible.
Para cuando el encuentro veraz
de uno mismo, alejando la catástrofe
de las Prisas.
El tiempo pasa, y somos nada,
una hoja seca de otoño que el viento arrastra.
Solo queda recuperarlo
o morir en el intento.
Nadando como peces lentos
en la borágine de las Prisas
él nos lleva como una Libélula
allá donde duermen los sueños perdidos.
Será necesario despertar sin
Prisas.
Mavi g.g.
