Quedé prendada de la Luna Llena de Otoño,
sola, brillante, blanca como espuma de mar.
Me distraigo y pierdo el hilo de la palabra.
No quiero pensar
escapo a este tiempo que toca vivir
revuelto, confuso, incierto, triste.
El ser humano, hace difícil lo fácil,
Vértigo terrible de incongruencias
y de espacios vacíos,
un regreso atrás.
Siento que la espina durará más
que la rosa efímera.
Pienso en esa Luna Llena hermosa
que nos sucederá siempre.
Vacilo y busco tu abrazo caliente
que me salva,
hundo mi cara en tu pecho
y me aferro a ti que eres
mi roca.
El centro está en nosotros.
Mavi g.g.