Dicen, hablan, disertan sobre la Memoria Histórica de Miguél Hernández.
Paisano,
poeta grande.
Por esa razón, o vaya usted a saber, olvidado,
dejado de la mano injustamente.
Sus versos quedan, viven, hacen sentir su poesía potente,
brusca, real,
que levantan de todo menos indiferencia.
En los tiempos de desamor, desencanto, frío en el alma,
leer sus poemas
son cómplices y consuelo.
No estoy sola,
Miguel me acompaña.
Mavi g.g.
1 comentario:
Su poema "Nanas de la cebolla" me emociona hasta lo más hondo.
Lo leo y me estremezco.
Besos.
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