Música de jazz que
envuelve las horas atardecidas.
Un cálido saxo abstrae la realidad,
hace que el santo suba al cielo
desista, abandone
este cuerpecito mio.
Oscura está la senda, anochece.
El adverbio atormenta un olvido,
antes, después...¿de qué?
¿te amé acaso,
todavía, nunca, ya no...
te amo hoy?
El sonido brillante de la trompeta
despierta
al santo que bajó del cielo,
dejando el alma en vilo.
Mavi.g.g.