POEMA AL VIENTO

Un sol grande naranja,
se escabullía por el horizonte
dejando una estela de luz
brillante de fuego.
Arde el cielo con tanta belleza
que tiñe de colores las nubes.

Imagino asustadas,
una desbandada de palomas al vuelo
que buscan donde cobijarse
de la noche que acecha.

 La tarde trae un viento cálido,
caminamos sin rumbo fijo,
solo por el gusto de estar juntos
que más da donde nos lleve
el tiempo, el destino me encontrará
siempre a tu lado.

Como poema al viento
quisiera ser tu paisaje,
gaviota, rumor de mar
rayo de sol que entre por la ventana
una dulce caricia que busques
por la mañana.

Terreno fértil
donde crece un amor
que no muere,
un amor que será por siempre
mientras tú existas.

Mavi g.g.

VIVIR

¿Qué tiene el Otoño que nos atrapa
en lo más intimo?
Si escuchando una música
que lo evoque
es capaz de trasformar
nuestra manera de pensar,
de decir, de actuar.

Es tiempo de nostalgia,
pone sensible el corazón
y todo nos supera
o eso creemos.

La vida es una batalla a ganar
cada día,
donde el aire huele a menta
y jazmín,
a rosas que no quieren morir
sin antes dejar su perfume.

Desabrochar lo que  encorsete
y gozar de lo que nos es dado
gocemos de la armonía
sin límite de las cosas.

Lo demás vendrá por añadidura
sin que lo busques.
Pasado y futuro se confunden
y uno existe.

Es tan hermoso respirar
que hay que romper la raíz
de la tristeza
para dar gracias,

Vivir
es lo que importa.

Mavi g.g.

ROSASSS

Hoy, por ser hoy, 
me regalaron rosas.
No hay nada como sentir que importas.
A pesar de los 16.790 días
(o 560 meses juntos, y nada revueltos.)
Te quiero amor.

Mavi g.g.

SIN PRISA

Pasa la noche lenta, silenciosa,
sin prisa,
como el vuelo del águila
sobre el cielo,
en el amanecer.

Una luna azul trasparente,
perezosa de esconderse
detrás del sol
espera el ocaso nuevamente.

Me cansa este Otoño largo,
infinito.
Un nuevo atardecer
da paso a la noche oscura
cuajada de estrellas.

Aire sobre aire
empuja el tiempo a la deriva,
donde eres mi capitán,
el mástil donde aferrarme,
en el declive de las horas, y los días.

Tú, mi tesoro más preciado,
busco tus besos cálidos
en el rumor de este mar
que nos lleva,
que me atrae más y más a ti.

Como una música lenta, sinuosa,
bailamos entre esa calma
frágil como cristal,
una melodía interminable.

El vals de las olas.

Mavi g.g.

UNO DE CUENTO

Los sueños soñados.

Hacía encaje de sus sueños

arropada por la noche oscura

y los ataba con una cinta dorada,

para guardarlos en el cajón

donde se guardan los sueños.

Esos que no quería olvidar,

para que nadie descubriera

su escondite

y se vistiera de sus sueños soñados.

Hasta que una vez

los sueños se le acaban, 

se van de viaje, 

subidos en un globo aeroestático

lejos 

a otro país de los sueños

para que otros les sueñen bien.

Y les dice adiós, 

con un pañuelito blanco,

esperando otros sueños

que sean nuevamente
sus sueños soñados.

Mavi g.g.

ELLA

Escuchar el sonido de un saxo
sinuoso, lento,
acaricia las palabras
que salen a su encuentro.

Ella
Entre dos luces
tras los cristales opacos
esa silueta de mujer
decidida, sin mirar atrás,
desanda el camino.

Allí está esperando
que descubran su mundo mágico,
no teme el peligro
obstinada en llegar a ser
una Musa a través de las olas
que besan sus pies descalzos.

Su imagen decidida
despierta en la bruma
estática un pacto,
que aferrada a la vida,
en la frontera de la temeridad.
el mar es su aliado.

Mavi g.g.

BALADA DE OTOÑO

Del Otoño ni hablemos.
La vida da sustos
que ahogan en todo tiempo,
incertidumbre que llenan un espacio
si no estoy a tu lado.

Es una distancia que separa
el miedo al sentirte frágil, vulnerable.
un dolor ahoga entonces mi pensamiento.
La verdad está ahí,
cierro los ojos para verte alegre,
eso me tranquiliza,
necesito abrazarte más que nunca
hasta que el pecho se calme.
hablarte de cosas sin sentido
incompletas que adivines,
te sean familiares.

Tendría que ser y me revelo,
hay un cerca- lejos
un yo, un tu.

A veces siento la necesidad
de no decirte nada,
que adivines.
Abro mis manos
y me aterra el vacío
que pueda llevarte lejos de mi.

Sacudo la cabeza con fuerza,
aprendo a mirarte con los ojos cerrados.
Sosiego mi pecho y te abrazo
hasta hacerte un poco más mio.
Inclinas tu cabeza y te beso con amor.

No quiero ser pájaro sin alas,
quiero volar contigo.
Quiero ser mariposa que te acaricie
en la mañana
y quedes prendado de sus colores.

Tantas cosa y tan cortas
como este Otoño
que me une más a ti.
Encontrar tu mano sobre la mía
corazón que late a la vez,
saber de cierto que nunca dejaré de quererte.

Recordar contigo ese trémulo mirar,
ese temblar cuando te acaricio
y te susurro al oído.
Ser para ti 
Balada de Otoño
sin final.

Mavi g.g.