Calladas tengo mis manos,
-en un tiempo febriles-
ahora empujan con fuerza mi ánimo.
La ansiedad de multiplicar
mi vida dejándola a trocitos
en cada lienzo, me paraliza.
Siento que
una pared de agua
se resiste a que avance.
Caliento motores de ilusiones
para traspasar esa barrera acuosa
y crear un mundo de imaginación
que llene el alma
inquieta.
Mavi.g.g.