SIEMPRE

Me he dado cuenta 

que me enamoro de ti 

otro poco cada día,

porque se nota.

Si no te quisiera,

se notaría más.

Como un suicida

 quise quererte siempre,

el resto depende de ti.

Mavi.g.g.

SÓLO EL AMOR

Un día de abril se te llevó.
Levantaste un vuelo alto,
valiente, y el Arco Iris te recibió
Te fuiste con cuidado,
sin ruido,
 definitivamente
 cerca de las estrellas.
 Hoy serías un año más querida,
tu cumpleaños roto
me embarga de tristeza.
Sola me encuentro con tu recuerdo.
Luna que no refleja el Sol
sino a sí misma
Todo pasa,  
solo el amor queda,
se detienen  los recuerdos
como fino polvo sutil
por tu ausencia
 Madre.

Mavi.g.g.

DE TI

Cuando una canción,

una brisa

el perfume de una rosa

te recuerden a mi,

es que estás enamorado...

como yo lo estoy

de ti.

Mavi.g.g.

LA LECHERITA

A la niña oriental
le tocó vivir un tiempo difícil;
distraída, lejana, absorta.
Los ojos le brillan
como espejos en la noche,
la huella de su mano
dejó adormecida el frío,
su rostro,
de transparencia pura,
quiso contemplar las estrellas.

Pobre lecherita
sin oro ni seda
sin suave quimono de fiesta.
El pañuelo a la cabeza
tejido de flores lo lleva
La triste mirada dice
"estoy dispuesta"
Con su jarrita de leche caliente
parece invitar.
¿gustan?,
 es de leche fresca.

Mavi.g.g.

LA VIOLINISTA

La Dulce Violinista
de sonrisa deslumbrada,
 pasa sin pausa y sin prisa
de azul a rosa
de naranja a nada.

Paloma que despliega
 a contravuelo sus alas,
que tiñe de colores
la luz que devana su cabeza
arde en el cielo azul
la mañana de su belleza.
.
Mavi.g.g.

REFLEXIÓN

Acuerdate de:
respirar cerca y empaparte,
escuchar con los ojos abiertos
pendiente de la palabra,
asentir, disentir
fijarse en el gesto,
 respirar el mismo aire,
la misma ilusión,
el mismo dolor,
querer sin cortapisas de corazón
y reír
 y hablar de todo
y de nada.
Somos tan distintos...y tan iguales...

Un Mandamiento Nuevo
"Amar al otro como a uno mismo".

Mavi.g.g.

JAZZ

   Música de jazz que
envuelve las horas atardecidas.
Un cálido saxo abstrae la realidad,
hace que el santo suba al cielo
desista, abandone
este cuerpecito mio.
Oscura está la senda, anochece.
El adverbio atormenta un olvido,
 antes, después...¿de qué?
¿te amé acaso,
 todavía, nunca, ya no...
te amo hoy?
El sonido brillante de la trompeta
 despierta
al santo que bajó del cielo,
 dejando  el alma en vilo.
Mavi.g.g.