Amor de ojos negros,
tan prendida estoy de tu mirada
que el cielo puedo tocar
en la noche callada.
Sin voluntad voy a la deriva
por el sendero de la
araucaria de lanzas erizadas,
donde tu abrazo me espera.
Caricia y anhelo de sentir
tu aliento cerca,
tan cerca,
que quiero dormir en tu substancia.
Dame tu clara noche,
tu estatura estrellada,
y seré mariposa
de la tormenta cobijada.
Luciérnaga equivocada
que espera
con su luz incandescente
que el amor llame a su puerta.
Mavi.g.g.