Hoy tengo necesidad de hablar de tí, amiga mía, que estás en el cielo de las buenas personas.
Tu muerte física me llenó de consternación y una profunda tristeza, más conforme pasan los años te siento cercana a mi. Ya pasó ese tiempo de miedos y congojas, ahora sé que tu presencia en nuestras vidas fué importante y ejemplar. Pronto se cumplirá el décimo aniversario, y ya tienes una nietecita morena y guapa como tú.
Yo sé que desde donde estés la velarás y te sentirás feliz por su llegada a este mundo.
Con todo mi amor, para tí mi a miga del alma Trini.