Dice así:
Se murió diez centímetros tan sólo,
y yo no más allá de cincuenta momentos.
Y voy resucitando, estirando los piés
como el que sale de la cama los domingos
con la pereza incrustada entre los dedos.
Me queda alguna luna un tanto oscura
cosida al camisón,pero no importa,
no me queda tan mal y hasta me adorna
y me dá un aire languido y un tanto teatral.
El caso es levantarme, ir resumiendo
que todo lo0 vivido es necesário,
que las muertes son muertes mientras mueren
y luego no son nada más que fotografías
o sueños dedicados con tos y lagrimeo
Cualquier gripe es peor con aspirinas.