Sigo pensando que la vida es como una caja de sorpresas. Unas mas agradables que otras, unas te llenan de alegría y esperanza, y otras te entristecen y te hacen pensar en lo áspera que se presenta muchas veces y no te explicas por qué. Hoy una compañera me ha recriminado una falta de la que no tengo conciencia de haberle fallado y estaba tan obcecada que he preferido dejar el asunto hasta que se calme y recapacite. Lo siento por ella y por mi, pero la vida es así y no podemos remediar lo que no tiene sentido.
Todo esto viene porque precisamente hoy he tenido un buen día y estaba contenta por el ambiente que hasta ese momento había vivido. Intentaré que me afecte lo menos posible pues llegará el tiempo de aclarar lo que sea necesario.