UN FINAL INESPERADO
DECÍA AYER EN UNSUSPIRO:
Bruno mi gatico guapo, mi compañero en casi 16 años, nos puede dejar en poco tiempo.
Su vida se apaga y siento una pena grande.
Es Bruno un referente para mi. Desde que llegó a mi vida, solo alegrías y cariño me ha dado.
Recuerdo alguna escapada que tuvo, queriendo conocer mundo, pero no se fue muy lejos.
Aunque eso motivó en mí angustia y a la vez poesía, triste poesía de no saber donde encontrarte, donde estarías escondido.
El reencuentro era maravilloso y feliz. Aunque ciertamente removiera Roma con Santiago para saber de tu paradero.
Era un suspiro porque siempre estuve segura de encontrarte.
Hoy no lo tengo tan cierto, porque esta vez, no habrá retorno.
Pido que su adiós sea tranquilo aunque fatal, pues no hay vuelta atrás.
La vida tiene su tiempo y aquí estarás siempre en mi corazón.
Era la hora de mediodía, como queriendo escapar de la realidad, se fue Bruno.
En mis brazos y mirándome con sus lindos ojos de un verde amarillento.
Un suspiro hondo y su pequeño corazón dejó de latir.
Angustia de no haber hecho todo o más por él.
Por más de 15 años tuve la suerte de quererte, que fueras mi compañero.
Así día tras día, noche tras noche acompañando mi vida.
Cuantas historias me hizo sentir, Bruno, ese gato bueno, dócil, hermoso, al que muchas veces
dediqué mis poemas.
Sí, ese era y será siempre mi amor gatuno.
Despacio, sin ruido, nada que me hiciera sufrir, pues el descanso de su mirar ha sido su existencia estos últimos tiempos.
¡ Cuanto te voy a echar de menos querido gatito mío!
Estabas esperándome, te tomé en mis brazos, quise seguir ayudándote a vivir, con esa esperanza de que todo pasaría, que recuperarías tu salud. Sin querer ver que la muerte estaba ya muy cerca de ti.
No quería entender que la edad no perdona, a pesar de ser un gatito sano y fuerte...
Siempre confié en que saldrías de esta situación.
Hoy te he llorado como cosa mía que eras.
La tierra donde tantos buenos tiempos pasaste, hoy te cobija.
Has atravesado el ARCO IRIS
de los gatitos buenos.
Allí me estarás esperando para sentir de nuevo tu dulce ronroneo,
mi Bruno querido. Mi amor gatuno por tantos años. Gracias.
MAVI GÓMEZ