Las golondrinas incansables viajeras
llegaron
como ángeles vestidos bicolor.
Todo es vuelo al amanecer
en el azul deshabitado del cielo.
Pequeño teatro de trinos chillones,
invitan al juego con jirones de algodón
que atrapan sus picos en un vuelo rumoroso.
Nidos tejidos de tierra fresca,como hilos bordados,
cuelgan de la blanca pared de mi casa.
Un enjambre de golondrinas vuelan alto en el cielo.
Desde el balcón se huele el dulce aroma de las petunias en primavera.
Por un instante...soy feliz.
Mavi g. g.