martes, 18 de octubre de 2011

RIO

El sol brillaba muy poco, como si tuviese frio
o sueño, y se escondía entre las nubes.
El rio sonaba furioso contra la orilla.
Yo estaba extasiada en el correr del agua que bramaba,
y me hacía sentir pequeña ante su fuerza desatada.

Solo la sombra de tí al acercarte, me sosegó y dieron
color a mis mejillas.
Que perdidos  nos podemos sentir a veces,
dentro de un tumulto  de cosas
que se disipan, sin embargo,al sentir
una mano cálida y una mirada  que te dá confianza
y aparta nuestros miedos.
En ese momento soy afortunada.

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