Domingo de lluvia.
Cae una fina lluvia penitente,
lluvia esperada, deseada
que acaricia los campos verdes
en olor a tierra mojada.
El cielo es entonces
un mar húmedo gris plomo.
Atardece.
No se que tienen las tardes de lluvia,
la música de un piano
que llena de melancolía
mi ánimo.
Sonrío,
un gato curioso
se distrae queriendo atrapar
las gotas que lloran
en los cristales.
Es bello sentir nostalgia a veces.
Como un pajarillo, me refugio
en el nido de tus brazos
esperando que escampe.
Es hora de calma,
tan necesaria para quedarse
en tus ojos de agua,
sentir un escalofrío
en el roce de tus labios.
Mavi g.g.
Cae una fina lluvia penitente,
lluvia esperada, deseada
que acaricia los campos verdes
en olor a tierra mojada.
El cielo es entonces
un mar húmedo gris plomo.
Atardece.
No se que tienen las tardes de lluvia,
la música de un piano
que llena de melancolía
mi ánimo.
Sonrío,
un gato curioso
se distrae queriendo atrapar
las gotas que lloran
en los cristales.
Es bello sentir nostalgia a veces.
Como un pajarillo, me refugio
en el nido de tus brazos
esperando que escampe.
Es hora de calma,
tan necesaria para quedarse
en tus ojos de agua,
sentir un escalofrío
en el roce de tus labios.
Mavi g.g.
