La Noche Mágica,
trae un suspiro sin queja,
recuerdo de antaño.
La infancia queda lejos,
la ilusión, el secreto,
hace que el corazón
vaya y venga deprisa
por si acaso esa magia
se vuelve a repetir
en forma de regalo.
Más, la vida pasa y ese es
el mejor regalo que pueda existir.
Pero el sueño será ligero
como brisa,
con la sensación de la niñez
metida profundamente en el alma,
y al despertar, sentir que
solo existen muchos días vividos
trasformados en años.
Porque el niño vive siempre en ti.