Martes 17 de
Septiembre de 2019
LA HUERTA DE MAVI
Hoy he roto
a llorar impotente, triste.
Implacable el agua en aluvión, un bien tan necesario para la vida,
es
capaz de arrasar furtiva, veloz, aquello que más quieres.
En mi huerta, anegada,
unas pequeñas lagartijas flotan ahogadas panza arriba
en el fluir de un agua
oscura de tierra, de verde hoja seca,
todo aquello por lo que uno vive y se
solaza,
anegado, impresionantemente vulnerable.
Con fuerza,
mucha fuerza llegó esa agua arrasando todo a su paso…
más hoy estancada,
inmóvil, allana y es dueña y señora de bienes queridos.
Mi casa de
madera adornada con cuadros de pinturas hechas a la luz del sol de mi Huerta,
estaban
tristemente reflejadas en aquella masa ingente y desoladora que todo lo
rebosaba.
Unos dibujos
metidos en un cajón del armario, sumergidos, desdibujados, inertes …muertos.
Un trozo de mi alma se rompe.
Está claro
que lo material tiene repuesto cuando bajen las aguas, sillas, mesas, enseres
necesarios para lo cotidiano…todo.
Pero perder aquello que hiciste con ilusión
deshecho por las aguas invasoras duele.
Hoy es un
día triste para mí, Impactada he reaccionado ante la evidencia.
En la
corriente invasora de la Huerta de Mavi quedaron allanando a nivel
todo lo que
allí había.
Los días pasarán y esas aguas volverán a su cauce dejando un
recuerdo amargo
de un Paraíso hoy lleno de fango.
Mis plantas,
mis macetas de flores, hoy rescatadas de unas aguas que las cubrían por
completo,
no sé si resucitarán.
Habrá
que inventar otra Primavera que nos hagan olvidar este desastre.
El lado bueno de todo mal también existe.
Lejos, en el
cielo hoy brillante de sol, dan vueltas unos helicópteros salvadores
que
vigilan la seguridad de las personas.
Y una solidaridad sin límites se
despliega.
Toda una
región y de más allá viene y se vuelca en ayudas desinteresadas y surge ese
milagro de
LA SOLIDARIDAD SIN LIMITES.
Esa es la
lección más positiva ante la desgracia,
pues todos a una se han unido ante un
pueblo que sufre.
DOLORES.
Gente buena
que da todo lo que tiene y puede;
esfuerzos, cariño, noches sin dormir en la
ayuda y vigilancia continua ante el desastre.
Por lo tanto
hay que agradecer tanta generosidad y amor a un pueblo que renacerá pronto.
Mavi g.g.