Feliz y curiosa miraba
asomada entre los visillos
de la ventana.
Asombrada,
el mar en calma me devolvía
un escaso rumor.
Un cielo tan azul
dispuesto a competir
con el verde irisado de la bahía.
Calma y sosiego que sólo una gaviota
rompía el silencio con su vuelo plácido
y zigzagueante.
Mientras,
el velero asido a la mar
era testigo
de mi furtiva mirada.
Mavi g.g.
asomada entre los visillos
de la ventana.
Asombrada,
el mar en calma me devolvía
un escaso rumor.
Un cielo tan azul
dispuesto a competir
con el verde irisado de la bahía.
Calma y sosiego que sólo una gaviota
rompía el silencio con su vuelo plácido
y zigzagueante.
Mientras,
el velero asido a la mar
era testigo
de mi furtiva mirada.
Mavi g.g.
Casi estoy contemplando esta estampa que describes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Respiro paz y calma cuando te he leído desde ese cielo tan azul y el verde irisado de la bahía.
ResponderEliminarUn beso.
Qué privilegio tener esa vista desde la ventana.
ResponderEliminarUn instante de hermosa placidez.
Un besito
Tu mirada no estaba sola...
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gustó. Besos.
Lo has pintado con palabras.
ResponderEliminar:)
Besos.
Acepto el reto Toro, intentaré reflejarlo en una pintura...?
ResponderEliminarbesitos
Con cuanto asombro mirarías ese mar inmenso y el velero que en la distancia sería de juguete.Bello poema.
ResponderEliminarmariarosa
Qué hermosa mirada!
ResponderEliminarSólo una mirada delicada y sensible, atenta a los milagros diarios, y desde un ser dispuesto a sorprenderse siempre puede hablar o versar así...Y yo me alegro mucho por eso! Ahí está la vida.
Abrazo grande,artista!
La mirada al mar prendida... y el pensamiento.
ResponderEliminarSaludos