La tristeza
puede convertir la piel del agua,
en un mar hondo que habré de cruzar a nado.
Tiempos, vientos que pesan en el pecho
como una gran piedra.
Cuerpo trasparente,
inclemente, inapelable,
inclemente, inapelable,
efímera materia de la vida,
ocaso que convierte las sombras
en ceniza.
Definitivamente el día se ha ido
llevándose con él
un rebaño de luces fatigadas.
Amanece,
tu figura se aferra
a la borrosa orilla de mi vida
donde te espero.
Mavi.g.g
ocaso que convierte las sombras
en ceniza.
Definitivamente el día se ha ido
llevándose con él
un rebaño de luces fatigadas.
Amanece,
tu figura se aferra
a la borrosa orilla de mi vida
donde te espero.
Mavi.g.g
Ojalá el nuevo día lo compense.
ResponderEliminarEsas luces fatigadas... ufffffffff
Besos.
Hola, Mavi.
ResponderEliminarUna bonita visión del comienzo de un día.
Felicidades, resulta un poema precioso.
Besos.
Hasta la tristeza se difumina, a veces, al amanecer.
ResponderEliminarBesos
Que él borre toda tristeza y encienda una luz bonita.
ResponderEliminarUn besito Mavi!!
Lo importante es que amaneció.
ResponderEliminarbesos¡
Amanece, el nuevo día tiene la posibilidad de ser mejor que el ayer.
ResponderEliminarUn abrazo