Hay días que mi vida se convierte
en un ir y venir constante,
atareada,
hacer y componer
para que todo esté
a gusto de los demás,
me siento como esas abejas
laboriosas de alas traslúcidas y frágiles
que llevan el néctar prodigioso de flor en flor
hasta quedar rendidas,
trabajar sin tregua para que todo funcione
y ese trabajo se convierta en pura miel
cristalina que de tan dulce...
empalaga.
Es entonces cuando una tristeza
me asalta
y un sentimiento ahoga por un momento
las ganas de ser así.
Mavi.g.g.
tanto quehacer para otros , si se hace con amor no debería asaltar la duda
ResponderEliminarpero si se hace solo por obligación
mejor tirar la toalla
el vuelo de la abeja es provechoso para la reina del panal
buen fin de semana MAVI
muak
La vida a veces es complicada y no sabes como acertar.Se pone todo el amor y aún así...se falla. !ah vida esta!!
ResponderEliminarGracias Elisa guapa.
beautiful blog kisses
ResponderEliminarTodo no depende nosotros.
ResponderEliminarHemos de aceptarlo.
Besos.
La próxima vez mejor!
ResponderEliminarTu intención era buena,eso es lo q cuenta.
Un beso y buen domingo!
Las abejas no conocen la tristeza eso es cosa de los zánganos.
ResponderEliminarSer tan prolija o intentarlo, a veces, muchas, cansa cuerpo y, sobre todo, espíritu...
ResponderEliminarBesos
Gracias por vuestras palabras.
ResponderEliminarun beso
Es una comparación acertada la del trabajo de esas abejas para la Reina en una labor constante y casi desapercibida.
ResponderEliminarUn abrazo.
No dejes que te ahogue ninguna tristeza.
ResponderEliminarDía de reflexión:solo es cuestión de poner el acento en lo importante. Y dar amor a cambio. JJ
ResponderEliminarBesitos mil